Dos heridos. Corridas y mucha tensión. Ese fue el saldo de la jornada en la que se agotaron las entradas para presenciar el clásico por la Copa Argentina. Todos sabían que había una enorme expectativa, pero nadie se imaginó semejante locura. Los incidentes encendieron una luz de alarma que ya fue recibida por los responsables de Seguridad de la provincia.
El viernes por la noche, los hinchas de San Martín se instalaron en La Ciudadela y, los de Atlético, en la sede de la Liga Tucumana de Fútbol, para aguardar que a las 11 se abrieran las boleterías, como se había anunciado. Durante la espera los hinchas consumieron alcohol en exceso y, cuando comenzó a aparecer el sol, llegaron los incidentes.
En La Ciudadela un simpatizante "santo" recibió un botellazo en la cabeza -fue trasladado al hospital Padilla- en una discusión con un compañero de tribuna y un uniformado sufrió una herida leve en un brazo. En la Liga, se vivieron momentos de tensión cuando la Policía reprimió a los fanáticos que no respetaban la fila y que generaban malestar entre los que habían pasado horas esperando.
Ante este panorama, los responsables de Seguridad y los de Santa Mónica decidieron adelantar la apertura de las boleterías. "La pasión se combinó con el consumo de alcohol. Esa situación terminó alterando los ánimos. En La Ciudadela, por ejemplo, en un principio los hinchas no quisieron que se pusieran las vallas. Nos vimos en la obligación en reforzar la presencia policial en ambos lugares", comentó el comisario Jorge Díaz, responsable de Seguridad Deportiva.
En La Ciudadela las 6.000 generales -las únicas localidades que podían adquirir los "santos"- volaron en poco más de dos horas. Ante este panorama, los organizadores comenzaron a moverse para otorgarles más localidades. Se contactaron con la Policía y acordaron achicar el pulmón que dividirá ambas parcialidades para poder expender otras 300 localidades. Estos tickets también se agotaron.
En la Liga todo fue diferente. A pesar de que el movimiento de hinchas también fue intenso, sobre el cierre de las boleterías (anunciado a las 18), se dejaron de vender entradas. "Acá fuimos muy estrictos. Solo se autorizó la compra de dos entradas por persona y por eso demoró mucho más", aseguró uno de los responsables de la venta de entradas de los "decanos". Leonardo Gallego, responsable de prensa de Santa Mónica, informó que salieron a la venta unas 20.000 entradas y que se entregarán unas 1.900 de favor. "No estamos para nada sorprendidos de lo que ocurrió. Sabemos lo importante que es este duelo", comentó.
Mañana será la hora del canje de entradas para aquellos que la compraron por Ticketek. Para cumplir con este trámite, los "decanos" deberán concurrir a la sede la Liga, mientras que los "santos", a La Ciudadela. En ambos caso, se podrán cambiar las localidades de 11 a 18.
Sin embargo, la reventa comenzó a recalentarse ayer al mediodía, ni bien se confirmó que se habían agotado las localidades para los simpatizantes "santos". La general, que se vendió a $ 60, en el mercado negro llegó a pedirse $ 180, es decir, tres veces su valor. Se estima que con el correr de las horas se multiplicarán los ofrecimientos y el costo.